sábado, 8 de julio de 2017

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL


Guión:

1.    Causas de la guerra:
1.1.        Rivalidades económicas.
1.2.        Rivalidades territoriales y militares.
1.3.        Causas psicológicas.
2.    Evolución del conflicto:
2.1.        La crisis de julio de 1914 y el estallido de la guerra.
2.2.        Los contendientes.
2.3.        Una guerra nueva.
2.4.        Las fases de la guerra.
3.    Las consecuencias de la contienda:
3.1.        El coste demográfico.
3.2.        Repercusiones económicas.
3.3.        Repercusiones sociales.
3.4.        La difícil organización de la paz. La Sociedad de Naciones.

1.    Causas de la guerra.

1.1.  Rivalidades económicas.

       La tremenda competencia entre las naciones industrializadas de Europa por conseguir nuevos mercados o ampliar los existentes, junto a la rivalidad por exportar capitales a países que están iniciando su proceso de industrialización, condujo a un progresivo deterioro de las relaciones internacionales. Por ejemplo, la pujanza de la industria alemana hizo que la mayoría de los países adquirieran más productos alemanes que ingleses.

1.2.  Rivalidades territoriales y militares.

       a) Algunos estados no vieron otra salida que la guerra para reformar las fronteras que los delimitaban, favoreciendo la carrera de armamentos:
-          Los franceses esperaban la revancha de la guerra de 1870 para recuperar Alsacia y Lorena de manos alemanas; los alemanes respondieron con medidas de germanización.
-          Italia deseaba completar su unidad incorporando los territorios irredentos, en poder de Austria.
-          En los Balcanes, donde el Imperio turco está muy debilitado, las rivalidades son múltiples: entre Austria-Hungría y Rusia, entre Austria-Hungría y Serbia, entre Serbia y otros países balcánicos (dos guerras balcánicas).

b)     El desarrollo naval de Alemania es visto con inquietud por Gran Bretaña, que considera que su poderío se basa en una escuadra naval que superase al conjunto de las de los demás países.

a)       El sistema de alianzas que se ha ido fraguando desde finales del siglo XIX, caracterizado por la división de las potencias europeas en dos bloques antagónicos (Triple Alianza y Triple Entente), resultaba muy peligrosa, pues un conflicto entre dos potencias enemigas involucraría inmediatamente a las demás, generalizando la guerra.

1.3.  Causas psicológicas.

         Para justificar el aumento de los gastos militares, los ejércitos presionaron a los gobiernos y a la opinión pública sobre la amenaza de un ataque enemigo. La prensa se hizo eco del peligro y divulgó la idea de la inminencia del conflicto, invocó al nacionalismo contra el peligro enemigo y contribuyó a crear un estado de opinión favorable y lleno de entusiasmo patriótico hacia la guerra.

2.  La Evolución del conflicto.

2.1.  La crisis de julio de 1914 y el estallido de la guerra.

         El desencadenante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914, cuando el archiduque Francisco Fernando -heredero de Austria-Hungría- fue asesinado en Sarajevo  (Bosnia) por un estudiante perteneciente a una sociedad secreta nacionalista. Desde que en 1908 Austria-Hungría se anexionara Bosnia-Herzegovina, existía en la zona un terrorismo eslavo y antiaustríaco, fomentado por Serbia, empeñada en formar un gran estado con los eslavos del sur.
         Austria-Hungría, que sospechaba, aunque no podía probarlo, que el atentado había sido promovido desde Serbia, vio la oportunidad de aniquilar el nacionalismo serbio e imponer su hegemonía en los Balcanes. Confiaba en que si desencadenaba un ataque contra Serbia, tendría el apoyo alemán, y creía que la reacción de Rusia se vería abortada –como en 1908- por franceses y británicos. De este modo, el gobierno austríaco entregó el 23 de julio un ultimátum a Serbia, exigiendo que funcionarios austríacos investigasen la autoría del atentado. Los serbios, que contaban con el apoyo incondicional de Rusia (que no podía ceder de nuevo en los Balcanes) rechazaron el ultimátum como una intromisión en sus asuntos internos, y el 28 de julio Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia.
         A partir de ese momento se produjeron las movilizaciones de los ejércitos y una cadena de declaraciones de guerra entre los miembros de los bloques: Rusia declaró la guerra a Austria-Hungría, Alemania a Rusia y a Francia. Finalmente, Gran Bretaña aprovechó la violación de la neutralidad belga por las tropas alemanas para declarar la guerra a Alemania.

2.2.  Los contendientes.

         Los primeros contendientes fueron Alemania y Austria-Hungría (los Imperios centrales), y Francia, Rusia y Gran Bretaña (los “aliados”), junto a los dos países invadidos en primer lugar: Serbia y Bélgica. En el transcurso de la guerra se fueron agregando nuevos países:
-          A los Imperios centrales, los países perjudicados por las recientes guerras           balcánicas: Bulgaria y Turquía.
-          A la Triple Entente: Japón, Rumanía, Grecia, Portugal, Italia (que abandonó la Triple Alianza tras recibir promesas sobre los territorios irredentos) y Estados Unidos.
         Cada potencia se incorporó a la guerra con todas sus colonias, lo que mundializó el conflicto. Fueron pocos los países que permanecieron neutrales, como España.

         En cuanto a potencial, la Entente disponía de una enorme superioridad en población (Francia, Gran Bretaña y Rusia con 238 millones de habitantes, frente a los 116 millones de Alemania y Austria-Hungría), en materias primas y en facilidades de acceso a las grandes rutas marítimas. Por su parte, los Imperios centrales disponían de unos ejércitos mejor preparados y una mejor situación estratégica, ya que sus territorios no estaban separados por distancias considerables.

2.3.  Una guerra nueva.

         La guerra presentó una serie de características que la hicieron diferente de las mantenidas hasta entonces:

a)    El desarrollo científico, técnico y económico de las naciones contendientes fue aplicado a la fabricación de armamentos de gran capacidad mortífera y destructiva:
-          La ametralladora: con ella la puntería ya no era imprescindible para matar.
-          Proyectiles de metralla y granadas de mano.
-          Lanzallamas.
-          En la artillería, la gran “estrella” fue el cañón Berte, que lanzaba granadas de 240 kgs, llegando a bombardear París a 150 kms de distancia.
-          Los carros de combate (tanques), para reforzar el ataque de la infantería.
-          El submarino y las minas náuticas.
-          La guerra en el aire mediante dirigibles y aviones, primero en misiones de observación y luego para el bombardeo.
-          La utilización de armas químicas, como el gas mostaza (arsénico), que paralizaba el sistema nervioso central.

b)    La guerra movilizó a toda la población, tanto militar como civil. Personas mayores, mujeres y adolescentes se incorporaron en masa a la producción en las industrias de armamento y la distribución de suministros a las líneas de combate.

c)    Debido a la necesidad de subordinar todos los recursos materiales a los fines militares, la economía de mercado fue sustituida por una economía de guerra, donde los gobiernos dirigían y planificaban la vida económica, en contradicción con los principios del Liberalismo clásico: el estado organizó los abastecimientos y transportes, planificó la producción industrial, reglamentó el empleo y los precios, etc.

d)    La estabilización de los frentes y el equilibrio de fuerzas entre los contendientes llevó a buscar nuevas formas de lucha contra el enemigo:

·         La guerra económica tenía como objetivo paralizar la actividad productiva del adversario, dificultando sus vías de aprovisionamiento. La Entente (que contaba con la potencia naval británica) impuso el bloqueo marítimo a los imperios centrales, que se vieron privados de las importaciones de alimentos y materias primas procedentes de los países neutrales, lo que estranguló sus economías y obligó al racionamiento, con enormes sufrimientos para la población. La réplica alemana a este bloqueo fue la guerra submarina, que no sólo afectó a los buques mercantes enemigos sino también a los de países neutrales.
·         La guerra psicológica fue un factor de gran importancia para mantener elevada la moral propia y minar la del adversario. El esfuerzo se centró en difundir falsa propaganda optimista sobre las propias fuerzas, exagerando la debilidad del enemigo. La prensa fue sometida a censura para impedir la difusión de noticias derrotistas.

          Las características b), c) y d) convirtieron a la I Guerra Mundial en una “guerra total”.

2.4.  Las fases de la guerra.

   1ª) La guerra de movimientos (1914).

            La ofensiva alemana se inició con el Plan Schlieffen, que contemplaba un rápido ataque sobre Francia a través de Luxemburgo y Bélgica, previendo la lenta movilización del ejército ruso. Pero esto no sucedió, y los alemanes, que estaban sólo a 25 kms de París, se vieron obligados a desviar fuerzas al frente oriental, donde derrotarán a los rusos en Tannenberg y los lagos Masurianos (Prusia oriental). En la batalla del Marne los franceses consiguieron detener el avance alemán, fijando una línea de posición de unos 800 kms desde el Canal de la Mancha hasta la frontera suiza. Por otra parte, Austria retrocedió en Galitzia y en los Balcanes, mientras que en África y en Extremo Oriente caían la totalidad de las colonias alemanas.

   2ª)  La guerra de posiciones (1915/16).

             La estabilización del frente occidental obligó a una guerra defensiva y de desgaste, caracterizada por las trincheras, donde los soldados permanecían prácticamente enterrados, con miedo a salir por el barrido de las ametralladoras. La táctica predominante consistió en una ofensiva masiva en un punto elegido para intentar romper el frente por él. Las dos ofensivas principales fueron:
-          La batalla de Verdún (1915), en la que los franceses lograron detener durante 10 meses los ataques alemanes, hasta que éstos se retiraron al tener tantas bajas como los franceses (unas 350.000).
-          La ofensiva del Somme (1916), donde el avance aliado fue lentísimo, ganándose en dos meses poco más de 3 kms y cobrándose numerosas víctimas: 500.000 alemanes, 400.000 ingleses, 200.000 franceses.

            En el este, los Imperios centrales ocasionaron enormes bajas a los rusos y avanzaron hasta las heladas estepas, donde fueron detenidos. Por su parte, los aliados fracasaron en su desembarco en Gallípoli (en los Dardanelos) para ayudar a Rusia.

   3ª)  La crisis de 1917. Se producen tres acontecimientos destacados:

a)    En todos los países beligerantes se pone de manifiesto el cansancio de la población ante las privaciones económicas, los sufrimientos morales y el elevado número de víctimas. Se producen huelgas, deserciones e intentos de revolución social.
b)    La guerra constituyó para el régimen zarista ruso una prueba que no pudo resistir: incapaz de suministrar el material necesario para la guerra, lanzó soldados sin pertrechos e incluso sin fusiles, perdiendo millones de hombres. El amotinamiento de los soldados y el hambre obligaron al zar a abdicar, pero el nuevo gobierno continuó la guerra. Por fin, el triunfo de la revolución bolchevique supuso la salida de Rusia del conflicto, desapareciendo así el frente oriental. Las autoridades soviéticas firmaron con Alemania el Tratado de Brest-Litovsk (1918), por el que Rusia perdía unos 800.000 km2 de territorios: Polonia, Ucrania, Finlandia y los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), entre otros.
c)    La entrada de Estados Unidos en la guerra por el bando aliado, motivada por la guerra submarina alemana, que había provocado el hundimiento de varios trasatlánticos (Lusitania…); por los intereses económicos (comercio, préstamos) que las empresas norteamericanas mantenían con las potencias aliadas; y, como pretexto inmediato, la provocación alemana de contactar con México prometiéndole apoyo para recuperar las tres provincias perdidas en 1848 si intervenía contra EEUU (telegrama Zimmermann). La intervención estadounidense reforzó el potencial económico, humano y militar del bando aliado.

   4ª)  Las grandes ofensivas finales (1918).

             Los alemanes, victoriosos en el este, abrieron, sin éxito, una ofensiva en el oeste con la esperanza de derrotar a los aliados antes de que la intervención estadounidense inclinara la balanza. Los aliados crearon un mando único y llevaron a cabo una contraofensiva (2ª batalla del Marne) que demostró la debilidad de las líneas alemanas. El agotamiento, la falta de abastecimiento y las insurrecciones internas acabaron con la resistencia alemana: en noviembre se firmó el armisticio, el kaiser abdicó y se proclamó la República. Lo aliados de Alemania se habían rendido semanas atrás.

3.  Las Consecuencias de la contienda.

3.1.  El coste demográfico.

           Las vidas perdidas se calculan entre 9 y 10 millones de hombres, de hombres jóvenes: Francia perdió 1.400.000 (el 29% entre 18 y 26 años), Alemania y Rusia 2.000.000 cada una, Inglaterra 770.000, Italia 500.000, Serbia 400.000…  A estas cifras habría que añadir unos 20 millones de heridos, mutilados, huérfanos y viudas. Europa perdió el 10% de su población activa.

3.2.  Repercusiones económicas.

·         Una fue el agotamiento de los recursos económicos. Las regiones industriales que habían sido el principal teatro de operaciones (norte de Francia, Bélgica, nordeste de Italia, Rusia) sufrieron una devastación de gran intensidad. El potencial industrial europeo quedó reducido en un 40% y el agrícola en un 30%, a lo que hay que añadir la destrucción de puentes, carreteras y líneas férreas. Europa perdió mercados extranjeros, de lo que se aprovecharon Japón y Estados Unidos, que se convirtió en la 1ª potencia mundial.
·         Como los gobiernos beligerantes habían consumido sus reservas de oro, tuvieron que:
-          Pedir préstamos a otros países, especialmente a EEUU, que se convirtió en acreedor de los países europeos. Por tanto, endeudamiento exterior.
-          Aumentar la circulación de papel moneda, cuyo valor se cotizaba cada vez menos: ello produjo una inflación de proporciones desconocidas hasta entonces.
           Esta situación era más grave aún en los países derrotados, que tenían que pagar reparaciones de guerra.

3.3.  Repercusiones sociales.

·         Aparición de nuevos ricos (fabricantes de armas, especuladores) y empobrecimiento de las clases medias.
·         La incorporación de la mujer a una serie de trabajos hasta entonces exclusivos de los hombres (fábricas, conductoras, oficinistas, profesiones liberales) fue el inicio de una revolución en la posición de las mujeres en la sociedad. Esta emancipación se reflejará, por ejemplo, en la generalización del derecho de voto femenino.


·         Las dificultades de integración de los excombatientes en la vida civil. Se trata de tipos nostálgicos de la guerra, ultranacionalistas y revanchistas, que nutrirán pronto los movimientos fascistas.

3.4.  La difícil organización de la paz. La Sociedad de Naciones.

        Los principios que deberían haber servido como guía para solucionar las cuestiones originadas por la guerra estaban recogidos en la declaración del presidente norteamericano Wilson, conocida como “los catorce puntos”: rechazo a los tratados secretos, comercio internacional libre e igual, libertad de los mares, reconocimiento del derecho de las nacionalidades a la autodeterminación, creación de un organismo internacional para evitar futuras guerras, etc. Pero, cuando la Conferencia de Paz se reunió en París (1919), los principios de Wilson pasaron a un segundo plano, y se pusieron de manifiesto los diversos intereses de los países vencedores en cuanto a exigencias territoriales, seguridad y trato a los vencidos. Francia, que había sufrido grandes pérdidas, quería asegurar sus fronteras y era partidaria de imponer a Alemania unas condiciones muy severas. El representante británico, Lloyd George, era en cambio partidario de buscar un entendimiento con los alemanes, para no dañar su economía y evitar el revanchismo y un posible deslizamiento hacia el comunismo.
        Las discusiones y decisiones fueron tomadas por las potencias vencedoras, con 4 figuras clave: el presidente norteamericano Wilson y los primeros ministros de Francia (Clemenceau), Gran Bretaña (Lloyd George) e Italia (Orlando). Los representantes de los países vencidos fueron excluidos de las reuniones y únicamente se les convocó para que firmaran los tratados de paz, que fueron cinco:

     1.- El más importante fue el Tratado de Versalles, que regulaba la paz con Alemania, a la que se consideraba culpable de la guerra.
  
a)    Alemania sufrió importantes pérdidas territoriales:
-          Alsacia y Lorena fueron devueltas a Francia, según las fronteras de 1870.
-          El Sarre quedó bajo la protección de la Sociedad de Naciones, aunque sus ricas minas de carbón quedaron en manos francesas; al cabo de 15 años sus habitantes decidirían en referéndum su futuro.
-          Eupen y Malmedy pasaron a Bélgica.
-          Schleswig pasó a Dinamarca.
-          Alemania tuvo que ceder Posnania y Prusia occidental a Polonia, país que recuperó su independencia.
-          La ciudad de Danzig se convirtió en ciudad libre protegida por la SDN.
-          Fuera de Europa, los alemanes fueron despojados de sus colonias.
         En suma, Alemania perdió 1/7 de sus tierras y 1/10 de población.

b)    Disposiciones militares:
-          El ejército alemán quedó reducido a un máximo de 100.000 hombres.
-          Se redujo también su armamento, prohibiéndosele tener tanques, aviones y submarinos.
-          Como la flota alemana iba a ser repartida entre los aliados, los alemanes respondieron hundiendo la flota (más de 70 barcos) antes de entregarla.
-          Se eliminó el Estado Mayor Central y las Academias Militares.
-          La orilla derecha del Rin (Renania) fue desmilitarizada.

c)    Las disposiciones económicas se centraron en las reparaciones de guerra, o sea, en las compensaciones que Alemania tendría que pagar a los aliados por los daños causados, fijándose en unos 140.000 millones de marcos-oro, en pagos anuales.

     Si a todo esto añadimos las innecesarias humillaciones en la firma del tratado, se comprenderá que los alemanes lo entendieran como una paz impuesta –el Diktat de Versalles- que moralmente no era obligatorio aceptar, generando un sentimiento de malestar y revancha.

    2.-  El Tratado de Saint-Germain reguló la paz con Austria, que quedó convertida en un pequeño estado de 84.000 km2, perdiendo:
-          El Trentino (Alto Adigio), que pasó a Italia.
-          Bohemia, Moravia y Silesia, en favor de un nuevo estado, Checoslovaquia.
-          Galitzia a Polonia.
-          Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegobina a un nuevo estado, Yugoslavia, dominado por Serbia, que recibió además territorios reivindicados por Italia: Trieste, Istria, Fiume y Dalmacia.

    3.-  En virtud del Tratado de Trianon, Hungría vio reducida su extensión, pasando Eslovaquia y Rutenia a Checoslovaquia, y Transilvania a Rumanía.

    4.-  Por el Tratado de Neuilly, Bulgaria entregó territorios del norte a Rumanía, y la Tracia occidental a Grecia.

    5.-  Por el Tratado de Sèvres, Turquía perdió sus territorios europeos (Tracia oriental) a favor de Grecia, salvo Estambul, quedando desmilitarizados los Estrechos. En sus antiguas posesiones asiáticas surgieron nuevos países que pasaron a ser administrados por Francia  (Siria, Líbano) y el Reino Unido (Iraq, Palestina).

      Además de las remodelaciones fronterizas de los estados, desapareció el Imperio austro-húngaro y surgieron nuevos países independientes: Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia y los Estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania). En un principio, la aparición de estos países se justificó por el respeto a la independencia de las naciones, entendidas como comunidades con una identidad lingüística y cultural. Sin embargo, la mayoría de los estados siguió albergando a varias comunidades nacionales, lo que provocó serios conflictos: los alemanes de los Sudetes (pertenecientes a Checoslovaquia), croatas contra serbios en Yugoslavia, etc.

La Sociedad de Naciones (SDN).

        La necesidad de una organización que regulara la política internacional (ante la inestabilidad que hacía prever la nueva situación) hizo que no fuera difícil que los estados soberanos elaborasen un Pacto en la Conferencia de paz de París de 1919. En los 26 artículos de ese pacto se definía el objetivo, las competencias y la estructura de la nueva organización internacional: la Sociedad de Naciones, inspirada en la filosofía del presidente Wilson. Su sede se estableció en Ginebra.

Objetivo: Garantizar la paz y la seguridad internacionales, y desarrollar la cooperación entre las naciones para favorecer el progreso cultural y social.

Competencias:  .- Renuncia a la diplomacia secreta.
                          .-  Promover el desarme general.
                          .- Sustitución de la guerra como forma de resolver conflictos por los arbitrajes entre los estados (en caso de conflicto, éstos se someten a la decisión de la SDN).
                          .- Imponer sanciones económicas, políticas y militares a los países que transgredan las normas internacionales.

Estructura: La SDN se organizaba en:
-          La Asamblea General, formada por todos los países miembros, es decir, por los 32 estados firmantes, los 13 estados neutrales y por aquellos admitidos por las 2/3 de la Asamblea. Se reunía una vez al año y debatía los asuntos tratados previamente por el Consejo.
-          El Consejo era una especie de órgano de seguridad que trataba los temas más importantes. Estaba compuesto por miembros permanentes (Francia, Inglaterra, Japón e Italia, y posteriormente China, Alemania y la URSS) y por otros no permanentes, elegidos por 3 años.
-          El Secretariado General, encargado de coordinar los asuntos que habrían de ser tratados en el Consejo y en la Asamblea.
-          Otros organismos: un Tribunal Permanente de Justicia, una Organización económica y financiera, una Organización de comunicaciones y tránsito, y la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

Historia. Los comienzos de la SDN fueron difíciles y estuvieron marcados por la negativa de Estados Unidos a formar parte de ella y por las acusaciones de parcialidad (a favor de los intereses de las grandes potencias) en algunas de sus actuaciones. El hecho de que las decisiones tuvieran que tomarse por unanimidad y la inexistencia de medios para obligar a cumplir sus resoluciones pusieron pronto de manifiesto la escasa operatividad de la SDN a la hora de afrontar los conflictos internacionales. Tras una etapa de plenitud, coincidente con el relajamiento de las tensiones internacionales entre 1924 y 1930, su crisis y decadencia se produjo en la década de los 30, con la Depresión económica y la política agresiva de los fascismos. El estallido de la Segunda Guerra Mundial evidenció su fracaso y marcó su final.   


SISTEMA DE MANDATOS DE LA SOCIEDAD DE NACIONES

    Colonias alemanas:

-       A Francia: parte de Camerún y de Togo.
-       A Gran Bretaña: parte de Camerún y de Togo, y Tanganica.
-       A Bélgica: Ruanda y Burundi.
-       A Sudáfrica: África del Sudoeste.
-       A Australia: Nueva Guinea.
-       A Nueva Zelanda: Islas Samoa.
-       A Japón: Islas Carolinas, Marianas y Marshall.

    Colonias turcas:

-       A Francia: Siria y Líbano.
-       A Gran Bretaña: Palestina e Iraq.

 
 
























LA REVOLUCIÓN RUSA y LA FORMACIÓN DE LA URSS


Guión:

1.    El hundimiento del régimen zarista.
1.1.        Rusia en vísperas de la I Guerra Mundial.
1.2.        Los movimientos de oposición.
1.3.        La Revolución de 1905.
2.    La Revolución de 1917.
2.1.        El detonante: La participación rusa en la I Guerra Mundial.
2.2.        La Revolución de Febrero.
2.3.        La Revolución bolchevique de Octubre.
3.    La construcción de la U.R.S.S. (1919/45).
3.1.        La guerra civil y el comunismo de guerra.
3.2.        La N.E.P.
3.3.        La organización del Estado soviético.
3.4.        La era estalinista.
3.4.1.    La lucha por el poder.
3.4.2.    La planificación económica: Los planes quinquenales.
3.4.3.    Las depuraciones políticas (purgas).


        En dos momentos revolucionarios del año 1917, que tienen lugar en el breve espacio de 9 meses, Rusia va a destronar a su último zar y va a instaurar el primer régimen socialista del mundo.

1.   El hundimiento del régimen zarista.

1.1.  Rusia en vísperas de la Primera Guerra Mundial.

        Este gran cambio, que puso las bases de lo que será una gran potencia mundial, no se explica sin conocer las peculiares condiciones políticas, sociales y económicas que anclaban a Rusia prácticamente en los siglos bajomedievales.

        A.)  Desde el punto de vista político, el Imperio ruso seguía sometido a una monarquía absoluta (zarismo). El zar Nicolás II gobernaba por decretos (ucases) sin ningún tipo de control institucional: la ley era la expresión de su voluntad. Sus instrumentos de poder eran los siguientes:
·         Una burocracia muy numerosa, entre la que estaba muy extendida la corrupción.
·         Una policía política (la Ojranka) que, con terribles procedimientos, controlaba todos los aspectos de la vida rusa (universidades, justicia, prensa…) para reprimir cualquier movimiento intelectual, político o religioso que pudiera oponerse al régimen.
·         Un ejército encargado de mantener el orden interior y de dominar a los pueblos no rusos del Imperio. El zar era el jefe supremo del Ejército y de la Armada.
·         La Iglesia ortodoxa, cuyo jefe supremo era el zar, legitimaba el poder de éste (representante de Dios en la tierra). Su influencia era muy grande sobre las analfabetas masas campesinas.
·         La rusificación de las minorías étnicas (pueblos no rusos).

         B.)  Desde el punto de vista social, la población rusa había experimentado un rápido crecimiento desde finales del siglo XIX, siendo de 175 millones en 1914. Se trataba de una población fundamentalmente rural (más del 80%), con dos grupos fundamentales:
·         Las clases altas, formadas sobre todo por nobles y clérigos, que poseían las mayores y mejores tierras; la nobleza monopolizaba los altos cargos de la administración y del ejército. Junto a ellos hay que citar a algunos grandes industriales y comerciantes.
·         Las clases bajas, constituidas por el campesinado y el proletariado:
-          Los campesinos soportaban unas condiciones de vida y de trabajo muy duras. El decreto de liberación de los siervos (1861) no había significado una mejora sustancial de su situación, pues para acceder a la propiedad de las tierras, tenían que pagar una fuerte indemnización a los propietarios nobles. Las tierras que se liberaron no se entregaron a campesinos particulares sino a comunidades de campesinos (mir), que eran quienes distribuían los lotes de tierra, decidían qué cultivar, pagaban los impuestos, etc. Aunque las reformas del ministro Stolipin redujeron el poder del mir, la mayoría de los campesinos no mejoró, pues no obtenían suficientes beneficios ni para saldar sus deudas ni para invertir en mejoras, sin hablar de las épocas de malas cosechas: muchos prefirieron vender sus tierras y emigrar a las ciudades.
-          Los obreros industriales, unos 3 millones en 1914, procedían del éxodo rural. Su situación se parecía a la de los obreros de la Primera Revolución Industrial. Carecían de todo tipo de derechos, sus salarios eran mínimos y sus jornadas laborales, largas.

        C.)  Económicamente, Rusia se basaba en una agricultura arcaica, de escasa modernización técnica. Aunque la producción aumentó entre las últimas décadas del XIX y principios del XX, el crecimiento de la población, la desviación de gran parte del trigo para pagar la deuda externa y el fuerte alza de los precios no mejoraron la situación de la agricultura rusa.    Por otra parte, la inexistencia de una clase media que invirtiera en la industria y el hecho de no haberse producido una revolución agrícola, obligaron al Estado a convertirse en el principal impulsor de la industrialización, recurriendo al capital extranjero (sobre todo, francés), que invirtió principalmente en la construcción de líneas férreas y en la extracción de carbón, hierro y petróleo. Esta dependencia del capitalismo extranjero no favoreció el surgimiento de una burguesía industrial y financiera autóctona.

1.2.  Los movimientos de oposición.

        Hacia la segunda mitad del siglo XIX se iniciaron los primeros movimientos de oposición al zarismo, que actuaban en la clandestinidad debido a la falta de libertades. La oposición fue impulsada por la intelligentsia, es decir, por grupos de intelectuales, profesionales liberales y estudiantes, una minoría culta que creía tener la misión de liberar al pueblo ruso de la opresión y el atraso.
        El primer movimiento destacado fue el de los populistas o narodniki, una organización que preconizaba desde la necesidad de educar al campesinado hasta la acción terrorista inspirada en el anarquismo (como el atentado que costó la vida al zar Alejandro II). Sus partidarios creían que se podía alcanzar el socialismo sin tener que pasar por el capitalismo.
        La introducción de las ideas marxistas en Rusia (por Plejánov) y los nulos resultados obtenidos por la violencia terrorista condujeron a la escisión de los narodniki y a la aparición de varios partidos políticos:
·         El Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), fundado en 1898 y de ideología marxista. Mostró dos tendencias que se dividieron en 1903:
a)    Los mencheviques, más moderados. Defendían la necesidad de llevar a cabo una revolución liberal encabezada por la burguesía, como paso previo a la revolución socialista.
b)    Los bolcheviques, liderados por Lenin, creían que la débil burguesía rusa era incapaz de dirigir ningún cambio, y que eran las masas populares (proletarios y campesinos) los que debían dirigir la revolución a favor de un sistema democrático: una vez conseguido este cambio, su profundización llevaría por fin al triunfo socialista.
·         El Partido Social-Revolucionario (SR), surgido de la evolución del populismo.

        La oposición al zarismo basada en ideas liberales fue minoritaria, pero también se organizó en partidos políticos. El principal de ellos fue el Partido Constitucional Demócrata (los cadetes, de las siglas KD), fundado y dirigido por Miliukov, y de extracción burguesa. Su objetivo era conseguir el triunfo del capitalismo y del parlamentarismo constitucional al estilo británico, mediante reformas pacíficas.


1.3.  La Revolución de 1905.

        La situación socioeconómica y política, agravada por las levas de campesinos y el aumento de los impuestos para hacer frente a la guerra ruso-japonesa, y la derrota rusa en dicho conflicto provocaron una situación revolucionaria, cuyo detonante fue la dura represión ejercida por el ejército contra una multitud que se manifestaba pacíficamente en San Petersburgo para pedir reformas al zar (9 de enero de 1905, “Domingo Sangriento”).
        Ante la oleada de huelgas, sublevaciones campesinas y levantamientos nacionalistas, el zar se vio obligado a realizar una serie de concesiones, pero, pasado el peligro, siguió gobernando de forma autocrática, y los líderes políticos y sindicales fueron perseguidos. Pese a su fracaso, algunos consideran a esta revolución como un ensayo general de la gran revolución de 1917, ya que por primera vez aparecieron los soviets (consejos) como forma de coordinar la acción de los obreros en huelga.






2.   La Revolución de 1917.

2.1.  El detonante: La participación rusa en la I Guerra Mundial. 

        Pero lo que realmente contribuyó al hundimiento del régimen zarista fue la decisión de participar en la Primera Guerra Mundial: fue, en palabras de Lenin, “el más hermoso regalo a la revolución”. La entrada de Rusia en la guerra volvió a poner de manifiesto las debilidades del régimen zarista. Se movilizó a casi 15 millones de soldados, a los que no se pudo equipar (había un fusil para cada tres); como la mayoría eran campesinos, la agricultura se estancó, dejando desabastecidas a las ciudades y al propio ejército. La escasez de productos de primera necesidad y la subida de los precios (sin correspondencia con los salarios) generalizaron el hambre y la miseria, mientras que la falta de materias primas, ocasionada por la paralización de las vías de comunicación, obligó a cerrar muchas empresas.
        En el frente, las tropas rusas empezaron a sufrir una derrota tras otra. Hubo más de 2 millones de muertos y más de 5 millones de heridos. Los soldados, desmoralizados por las pérdidas humanas, la mala alimentación y la falta de armas, desertaban en masa.
        Mientras el descontento se extendía al estamento militar y político, la Corte, en manos de la zarina y de su consejero Rasputín, se hallaba sumida en la corrupción y el caos. Ante la falta de una autoridad eficaz, los políticos burgueses plantearon una salida democrática al régimen, pero fue imposible parar la revolución.

2.2.  La Revolución de Febrero.

        Ante la grave situación en que Rusia se encontraba, los días 23 y 24 de febrero de 1917 estalló en San Petersburgo una huelga general que en pocos días se extendió por todas las ciudades del Imperio. Las tropas se sumaron a la revuelta popular y el zar Nicolás II se vio obligado a abdicar, convirtiéndose Rusia en una república.
        El nuevo Gobierno provisional decretó un conjunto de medidas: amnistía política, restablecimiento de los derechos sindicales y de las libertades individuales… así como la promesa de convocar una Asamblea (Duma) Constituyente. Sin embargo, debido a los compromisos internacionales contraídos anteriormente y a los lazos de la burguesía rusa con el capital europeo, el gobierno decidió continuar la guerra. De igual modo, las reformas económicas y sociales reclamadas por el pueblo fueron aplazadas hasta la formación de la Duma.
        Al mismo tiempo, obreros y soldados creaban el Soviet de Obreros y Soldados de Petrogrado, dominado por mencheviques y socialrevolucionarios. En poco tiempo, los soviets se extendieron por toda Rusia, formando una especie de parlamentos del pueblo.
        De este modo, se produjo una dualidad de poderes:
      - El poder legal, ostentado por el Gobierno provisional, que representaba los intereses de la burguesía.
      -  El poder real, ejercido por el Soviet de Petrogrado, que representaba los intereses de las masas populares, si bien en un principio apoyaron al gobierno para consolidar las reformas democráticas.



2.3.  La Revolución bolchevique de Octubre.

        Pronto quedó claro que los objetivos del gobierno provisional no respondían a las máximas aspiraciones del pueblo ruso: los campesinos seguían reclamando las tierras; los obreros, mejoras laborales; y todos, la salida de Rusia de la guerra y la firma de la paz. Mientras que los socialrevolucionarios y los mencheviques continuaron al lado del gobierno, los bolcheviques se pusieron al frente de las masas populares. Lenin, que había regresado del exilio, publicó las “Tesis de abril”, donde reclamaba todo el poder para los soviets.
        En julio, después del fracaso de una ofensiva lanzada contra los alemanes, se produjo una insurrección popular, donde los bolcheviques demostraron la fuerza que habían adquirido. Pero la represión del levantamiento obligó a Lenin a refugiarse en Finlandia y al partido a pasar a la clandestinidad. El presidente del gobierno provisional pasó a ser un socialista moderado, Kerenski.
        En agosto, la caída de Riga en manos alemanas fue la excusa utilizada por el general Kornílov para encabezar un golpe de estado, exigiendo la desaparición del soviet de Petrogrado y una mayor disciplina en el seno de las fuerzas armadas. El golpe de estado fracasó gracias a la intervención de los soviets, y los bolcheviques vieron aumentar su prestigio. Lenin decidió que había llegado el momento de tomar el poder y convenció al comité central de su partido.
        La noche del 24 al 25 de octubre, las milicias bolcheviques ocuparon los puntos clave de Petrogrado(el Banco del Estado, los puentes del Neva, Correos y Telégrafos, estaciones de tren, sedes ministeriales) y al día siguiente tomaron el Palacio de Invierno. Tras el levantamiento, se formó el primer gobierno obrero y campesino: el Consejo de los Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin y del que formaban parte, entre otros, Trotski y Stalin. Las primeras medidas del nuevo gobierno abordaron los principales problemas que afectaban a la población rusa:
-          El decreto sobre la paz: se firmó el armisticio con Alemania y posteriormente el Tratado de Brest-Litovsk (marzo de 1918).
-          El decreto sobre la tierra legalizaba las ocupaciones y los repartos de tierras que los campesinos realizaban espontáneamente desde hacía meses.
-          El decreto sobre las empresas industriales cedía a los soviets de obreros el control de las fábricas.
-          El decreto de las nacionalidades reconocía la igualdad y la soberanía de todos los pueblos del Imperio ruso y su derecho a la autodeterminación.

        Pocos días después de tomar Petrogrado, los revolucionarios controlaron Moscú, y en los meses siguientes la revolución se extendió por otras áreas de la Rusia europea, aunque las antiguas autoridades mantenían el control de extensos territorios. La primera revolución socialista del mundo había triunfado, pero aún quedaba un largo camino para su consolidación.







3.   La construcción de la URSS (1919/45).

3.1.  La guerra civil y el comunismo de guerra.

        Los antiguos aliados de Rusia (EEUU, Japón, Gran Bretaña, Francia), descontentos por la paz unilateral con Alemania y temerosos de que la revolución socialista se contagiara a otros países, invadieron el territorio ruso y ayudaron militar y económicamente a las fuerzas contrarias a la revolución (zaristas, liberales, socialistas antibolcheviques), que constituyeron el Ejército blanco e iniciaron en seguida una ofensiva contra los bolcheviques. Así se inició la guerra civil, que desde 1918 a 1921 prolongó los sufrimientos de la población, acrecentados por el bloqueo económico decretado por los países occidentales.
        El gobierno bolchevique se defendió organizando el Ejército Rojo, dirigido por Trotski, que se convirtió en una formación muy disciplinada y eficaz.  A su victoria final contribuyeron factores como las divisiones en el seno del ejército blanco, el levantamiento del bloqueo internacional y el apoyo masivo del campesinado ruso, temeroso de perder las tierras concedidas por los bolcheviques si éstos eran derrotados.
         Para ganar la guerra en medio de tantas dificultades, el gobierno bolchevique se vio obligado a implantar una férrea organización económica, conocida como “comunismo de guerra”, cuyos rasgos específicos fueron:
-          Control de todos los medios de producción por el Estado.
-          El Estado se convirtió en el único distribuidor de productos: supresión del mercado libre.
-          Servicios de trabajo gratuitos, regulados por el Estado.
-          Requisa obligatoria de productos agrarios.
-          Abolición del dinero como medio de intercambio.
        Aunque contribuyó a la victoria final, desde el punto de vista económico el “comunismo de guerra” fue un auténtico fracaso: la producción agrícola había disminuido 2/3 respecto a la de 1913, y la industrial 1/3; el comercio casi había desaparecido y las fábricas no podían funcionar por falta de energía. La escasez, el hambre (y epidemias) y la dureza con que se implantó el “comunismo de guerra” (represión policial, sanciones contra los trabajadores) provocó un gran descontento en la población, que protagonizó diversas revueltas e insurrecciones, como la de los marinos de la base de Kronstadt, duramente reprimida.

3.2.  La N.E.P.

         La nueva Rusia que surgió tras la guerra civil era una Rusia empobrecida, con un hondo malestar en la población. Para poner solución al descontento generalizado, se aprobaron una serie de medidas que constituyeron la denominada Nueva Política Económica (N.E.P.), una política económica mixta que combinaba elementos del comunismo y del capitalismo, y que suponía una necesaria rectificación ante los desajustes del comunismo de guerra. Se concebía como un sistema transitorio.
        Uno de los principales objetivos de la N.E.P. fue volver a atraer a los campesinos para recuperar los niveles de producción agraria, que se había reducido considerablemente y había generado un grave desabastecimiento de la población. Se puso fin a las requisas y se sustituyó el impuesto en especie por otro en metálico. Los campesinos pudieron explotar libremente sus tierras y comercializar sus productos.
        En el terreno industrial, las pequeñas empresas fueron desnacionalizadas y gozaron de libertad para comerciar sus productos. No obstante, el Estado mantuvo la propiedad sobre las industrias básicas (grandes empresas), los transportes, la banca y el comercio exterior.
        Los resultados de la N.E.P. fueron inmediatos: en 1927 se alcanzó el nivel de producción normal, se duplicó la cosecha de trigo y la extracción de petróleo, y se triplicó la de carbón.

3.3.  La organización del Estado soviético.

        Los años de la guerra civil favorecieron una centralización del poder en manos de los bolcheviques (comunistas desde 1918): la democracia desapareció y la represión –llevada a cabo por la policía política o Cheka)- se ejerció duramente contra todos los grupos disidentes, fueran liberales o socialistas.
        En 1923 se aprobó una Constitución, en la que se dio una identificación entre las instituciones del Estado y las del Partido Comunista (PCUS), único permitido.
·         En el Estado las instituciones esenciales eran:
-          El Congreso de los Soviets: convocado anualmente, reunía a los representantes de los soviets urbanos y campesinos.
-          El Soviet Supremo, compuesto por dos cámaras: el Consejo de la Unión (un representante por cada 300.000 ciudadanos) y el Consejo de las Nacionalidades (con representantes de las Repúblicas federadas).
-          Del Soviet Supremo emanaba una especie de gobierno: el Presidium de la URSS.
·         El PCUS contaba con una estructura piramidal de mando. En la cima se hallaba el Comité Central (unos 1.000 miembros), de donde se elegía al personaje más importante de la URSS, el Secretario general, que acumulaba más poder que el presidente del Presidium. La base del partido la integraban personas que dominaban los soviets a nivel local, provincial y regional, e intervenían absolutamente en todos los aspectos de la vida de la URSS.

3.4.  La era estalinista.

3.4.1.  La lucha por el poder.

        A la muerte de Lenin (1924) se sucedieron en el seno del Partido Comunista luchas por el control del poder, con dos candidatos principales: Trotski y Stalin.
·         Trotski, hombre de gran capacidad intelectual y política, gozaba de gran prestigio por haber sido el organizador del Ejército Rojo. Concebía el partido como una organización abierta, en la que debían tener cabida diferentes corrientes de opinión sobre la construcción del socialismo. Defendió la idea de la revolución permanente, según la cual el socialismo no se podía construir en un país aislado, por lo que había que extender la revolución socialista fuera de Rusia.
·         Stalin, en cambio, defendía un partido disciplinado, en el que no se admitían debates internos ni desviaciones de la doctrina oficial. Defendió que había que dedicar toda la energía a construir el socialismo en un solo país, Rusia, como paso previo a su exportación posterior. Desde su posición de Secretario general, Stalin logró desprestigiar, deportar y luego exiliar a Trotski.

        La imposición de Stalin sobre el partido a finales de la década de los años veinte, dio inicio a una larga etapa, el estalinismo, caracterizada por la planificación económica (planes quinquenales) y por el terror político (purgas).

3.4.2.  La planificación económica: Los planes quinquenales.

           El primer paso en la construcción del socialismo consistía en establecer un plan para fortalecer al país, haciéndolo militar e industrialmente autosuficiente. Para ello se puso en práctica una planificación económica por el Estado, que, a través de un nuevo organismo (el Gosplan), decidía qué, cómo, cuánto y cuándo producir y consumir, las inversiones a realizar, los medios para financiarlas, el reparto del trabajo, los precios y salarios, etc. Dicha planificación se concretó en sucesivos Planes Quinquenales: 
            .-  El Primer Plan Quinquenal (1928-1933) tenía como objetivo lograr la autosuficiencia económica del país mediante una industrialización acelerada, para lo que era necesario obtener excedentes agrícolas para exportar, a cambio de importar maquinaria. La realización de este plan se hizo a través de:
-          La colectivización de la agricultura, con la creación de granjas colectivas (koljoses) y de granjas estatales (sovjoses). La resistencia de los campesinos, especialmente de los kulaks (campesinos que habían prosperado con la NEP), a la colectivización se venció mediante una violenta represión, que ejecutó o deportó a miles de ellos. Para el trabajo de estas colectividades se crearon parques de tractores y maquinarias dependientes del estado. A cada colectivo se le asignaba una cuota de producción, de modo que los productos que excedieran de esa cuota podían venderse libremente.
-          Prioridad en el desarrollo de la industria pesada y la producción de energía. Se desarrollaron grandes obras públicas y grandes complejos industriales: embalses, siderurgia, minería… La falta de técnica se subsanó comprando en el exterior la maquinaria, recurriendo a técnicos extranjeros y desarrollando acelerados planes de formación profesional superior.
-          El comercio fue controlado en su totalidad por el Estado, a través de grandes almacenes estatales.

            .-  El Segundo Plan Quinquenal (1933-37) prosiguió con la colectivización de la agricultura y con el desarrollo de la industria pesada, especialmente con la agrupación en grandes kombinats industriales de las fábricas cuya producción era complementaria.

        Tanto el primer como el segundo plan fueron acompañados de una gran campaña propagandística, para hacer que todos se sintieran responsables en la construcción del país. La gente devoraba las estadísticas de producción, que se convirtieron en al pasatiempo nacional, celebrando cada avance en la industria como un éxito personal. Los trabajadores que superaban sus propias marcas en la producción, como Stajanov, eran glorificados por el Estado como “héroes del trabajo”. Por el contrario, un director de una fábrica que no alcanzara los índices previstos en los planes, podía despedirse hasta de su vida, pues una mala dirección era equiparable a un sabotaje a la revolución.

          .-  El Tercer Plan Quinquenal (1938/41) pretendía impulsar la industria química y la ligera, pero fue interrumpido por la invasión de Alemania. A pesar de no concluir su realización, la URSS había logrado alcanzar el tercer puesto en la economía mundial.

3.4.3.  Las depuraciones políticas (purgas).

        Entre 1936 y 1939, Stalin dirigió una ola de depuraciones masivas (las purgas), que afectó a miles de comunistas, entre los que figuraban destacados dirigentes de la revolución de octubre (Zinóviev, Bujarin…), oficiales del Ejército Rojo, técnicos responsables de la planificación, etc. Juicios, ejecuciones y deportaciones masivas a los campos de concentración (los gulags) provocaron el terror en la sociedad rusa. Stalin se desembarazó así de posibles competidores, convirtiéndose en jefe único y absoluto de la URSS, apoyado por sumisos colaboradores y objeto además de un verdadero culto a la personalidad. De la persecución tampoco se libró Trotski, asesinado en su exilio mexicano (1940).
        En 1936 se consideró que el socialismo había tenido tantos éxitos que se proclamó una nueva Constitución, “la única del mundo que es absolutamente democrática”, según Stalin. Esta Constitución mantuvo la estructura federal e institucional de la de 1924. El Partido Comunista reforzó su poder sobre las instituciones del estado: si se quería participar en la vida política a través de los soviets, era necesario pertenecer al Partido, ya que éste imponía las candidaturas. 

Balance.   A lo largo de la década de los años treinta, la URSS experimentó un profundo cambio en su estructura económica y pasó a ser un país industrializado: su población rural pasó de ser el 82% de la población total en 1926 a ser del 67% en 1939.  Gracias a los planes quinquenales, la producción de hierro y de acero se cuadruplicó (al igual que la energía), y la de carbón se multiplicó por 3,5. Sin embargo, la primacía dada a la industria pesada produjo consecuencias negativas: por un lado, se descuidó la modernización de la agricultura, con una producción que ni siquiera se aproximó a la mitad de las previsiones, lo que en muchas ocasiones provocó problemas de abastecimiento de la población; por otro, se relegó la industria de consumo, lo que repercutió en el bajo nivel de vida de la población.
         Por el contrario, fueron considerables las mejoras en la sanidad, en la red de transportes y en educación: el analfabetismo desapareció, el número de alumnos pasó de 7 millones en 1914 a 26 millones en 1939, y el número de universidades y escuelas técnicas pasó de 71 en 1913 a 448 en 1939.
         La gran burocratización de la vida política y económica (que beneficiaba a la elite del Partido Comunista -nomenklatura- mediante la acumulación de cargos y privilegios), el aumento de los gastos en armamento, el bajo nivel de vida de la población, la represión política y la falta de libertades fueron los aspectos más negativos de los cambios producidos por el nuevo régimen comunista de la URSS.